sábado, 22 de diciembre de 2007

Estallar

Hay una creencia que tengo, que a mucha gente le parece algo "enfermo". Es la creencia de que la vida, la mera existencia, es dolor. Y todos llevamos ese dolor adentro, una especie de "pecado original" por el sólo hecho de ser. Ser es sufrir. Y hay que buscar una forma de aliviar ese sufrimiento que cargamos, de mitigar el dolor de ser humanos. Lo mejor que podemos hacer para hacerlo llevadero, es expresarnos. Hacer catarsis.

Eso me hace escuchar gran parte de la música que escucho, una música que expresa el dolor, el sufrimiento, la angustia, la desesperación. Como ejemplo, intentá escuchar la canción The Progress Escuchar canción del grupo The Pax Cecilia (dura 6 minutos 39 segundos, recomiendo escucharla entera).

Lamentablemente, este mundo de plástico ha olvidado el dolor y la angustia existencial, convirtiéndolo en un mal psiquiátrico tratable con pastillitas color de rosa. Pretendemos que somos felices, que todo va bien. Cuando alguien nos pregunta "¿Cómo estás?" no decimos "aflijido por un malestar de sentimientos caóticos" en su lugar decimos "bien". ¿Alguien realmente está bien? En un mundo psicoanalizado, donde todos buscan ayuda ya sea en manos de un psicólogo, un sacerdote de cualquier religión, o un chanta con todas las letras que promete la felicidad, es muy difícil creer que alguien está realmente bien. Pero no nos sacamos las caretas.

No, vivir no es lindo. Como tomar un remedio, es asqueroso pero es necesario. La vida es ese mal necesario, es un vacío de mierda que debemos llenar con un significado. Es el regalo estéril de un dios inexistente al cual tenemos que buscarle la gracia. No tiene sentido, porque no hay un destino. Somos productos del azar, venimos del caos y tenemos que vivir con ello.

Ese vacío es nuestra carga, somos responsables y tenemos que hacer algo con ello. Y lo primero que hay que hacer es aceptarlo. Aceptar que estamos incompletos y que nos falta algo, que somos un proyecto a medio acabar. Nuestro propio proyecto. Fingiendo que somos felices mientras nos pudrimos en nuestra sociedad-cárcel no va a ayudar.

Llevamos millones de años en este mundo y aún no aprendimos a vivir nuestra vida, aceptar nuestros sentimientos aunque estén mal vistos y sean políticamente incorrectos.

Estamos condenados a sufrir, pero no tenemos permitido expresar el sufrimiento.

No me importa ese mandato, no me callo por las prohibiciones. Prefiero estallar. Prefiero arder en un estallido de furia y liberar en un grito catártico todo el dolor, el miedo y la tristeza. Gritarlo, cantarlo, pintarlo, escribirlo. La vida duele, pero duele más no sentir nada, porque entonces no sabemos si realmente vivimos o sólo pretendemos estar vivos.

jueves, 25 de octubre de 2007

Entropia

La nada es absorbente, consume todo lo que existe para convertirlo en nada misma. Y la destrucción es tan grande, es tan fuerte que no hay resistencia posible ante su poder, ante su ímpetu insaciable que eventualmente llevará al universo a su fin.

En algún momento tuve miedo del agujero negro, porque no lo entendía. Creía que era una anomalía, una falla en el espacio-tiempo que destruye el delicado equilibrio del universo. Y mientras yo luchaba contra la idea del agujero negro, éste se hacía cada vez más grande. En poco tiempo gran parte de mi universo había sido devorado por el agujero, y yo mismo estaba siendo atraído por él. Ya estaba rendido, completamente resignado a morir en la singularidad. A medida que me acercaba al agujero, atravesando el horizonte de sucesos, pude mirarlo mientras caía en él a una velocidad infinita. Y en esos pocos segundos comprendí la verdadera naturaleza de la singularidad. Mientras mi universo era colapsado en un sólo punto de destrucción y muerte, ví la calma. Dentro del agujero todo estaba en paz. Todo se había reducido a un solo punto infinitamente chico. Todo había sido despojado de su energía y su calor, era el punto más bajo de energía, el punto de equilibrio. La incesante lucha por mantener la vida, por no dejar que las cosas caigan ya no tenía sentido. Dentro, todo había caído. Mis brazos habían caído, en la muerte ya no había necesidad de nada. Era la nulidad. La destrucción del universo había traído la calma, la había devuelto. La nada es el estado natural de las cosas, el vacío, la desolación es su forma pura. Las cosas que conocí como el universo, nunca existieron, nunca fueron reales. Nada podía ser más real que la singularidad, era ése el estado real, duradero, eterno, de un lugar sin espacio ni tiempo. Y todo lo que yo había conocido, mi vida, mi planeta, mi cielo de estrellas, nunca había sucedido realmente. Todo lo que daba por sentado, todo aquello que creía por cierto, era el sueño de un loco. La creación de un dios inexistente que nunca pudo haber creado algo tan ilógico. Ese mundo temporario era la arruga en el infinito espacio de la nada absoluta. Nada podía sobrepasar el punto más bajo de energía, y era el momento de aceptar que mi existencia es sólo una parte de la no-existencia, así como lo que llamamos vida no es más que una extensión de la muerte, un delirio, una anomalía. Ahora que esa aberración llamada vida desapareció esfumándose en su propio sueño de existencia, podía dejar de ser para convertirme en la nada misma y contemplar el vacío en una perpetua oscuridad.

Nada es más poderoso que la destrucción, nada se salva al fin último de la existencia, cuando se acepta la devastación como única verdad. Lo único absoluto es la muerte, el único destino es el olvido, que nos curará de la enfermedad que es la vida para convertirnos en lo nulo, lo indefinido. Para abandonar nuestra absurda pretensión de ser algo.

jueves, 18 de octubre de 2007

Cambios

Hace bastante que no escribo en el blog ni escribo nada literario. De hecho, hasta me cuesta leer. Tardé bastante en terminar El Invencible, de Stanislaw Lem y ahora tengo por la mitad Criptozoico de Brian Aldiss.
Anoche, mientras veía de vuelta Carretera Perdida, una de mis películas favoritas, me puse a reflexionar sobre los errores que cometí al escribir los cuentos que figuran en el sitio, y por qué no me gustan.
  1. No hay que dar moralejas. Lo interesante sería hacer historias que inviten a la reflexión, pero sin una visión polarizada. No concluir la historia con un mensaje de qué está bien o mal, de cuál es el camino correcto. Nadie puede saberlo, y mi juicio no tiene que formar parte de mi visión.
  2. Los cuentos son demasiado concretos, viven en un mundo bidimensional de cartón, todo se da por sentado. Esto hace que no hay posibilidad de maravillarse, no hay sorpresas, las historias son tan aburridas como la vida misma. Hace falta abstracción, hacen falta hechos sin explicación, y no un manual de causas y efectos de primer grado.
  3. La mayoría de los personajes son rígidos, predecibles, chatos y vacíos. No tienen cualidad humana, no dudan, no temen. A veces sufren, pero cuando lo hacen es como un legado, sufren porque tienen que hacerlo, porque son demasiado imbéciles para esquivar el sufrimiento.
Hay más errores, pero creo que se entiende el problema. Y si hay alguien que tiene el poder de arreglarlo, no soy yo. Sos vos.
Les dejo los archivos originales de los cuentos publicados en la página. Modificalos, alteralos, destruilos y reconstruilos. Si tenés ganas enviame la versión mejorada a mi mail, con tus datos para poder darte el crédito en el sitio.
Son Creative Commons, así que las modificaciones podés ponerlas en tu propio sitio, sólo tenés que hacerlo bajo la misma licencia y mencionar que soy el primer autor.

jueves, 30 de agosto de 2007

Pregunta 2


En muchas obras de ficción aparece un aparato llamado doomsday device el cual tiene la capacidad de destruir a toda la humanidad, al planeta, o al universo mismo. Quizás el mas conocido es el ice-9 de la novela "Cat's Cradle" por Kurt Vonnegut, que en paz descanse. Aunque se ve mas de esta locura en una de mis películas favoritas, Dr. Strangelove (o cómo aprendí a no preocuparme por la bomba y amarla).
Es un hecho que la humanidad se va a autodestruir. Mi pregunta es: Si tuvieras en tus manos un arma capaz de desencadenar el fin del mundo ¿La usarías? Parece una pregunta en extremo pelotuda, pero (y ya me parezco a Scott Adams) ¿Cuántas veces en tu vida tuviste la oportunidad de hacer algo tan importante? Y sabiendo de antemano que el mundo se iba a destruir, ¿por qué esperar a que lo haga otro si podés hacerlo vos? ¿Porqué dejar para dentro de 100 años lo que se puede hacer hoy? ;) Yo prefiero volar el mundo por mi cuenta y no esperar a que un villano malévolo con ansias de dominar el mundo y acento raro, cuyos planes siempre son frustrados por Bond, lo haga. Por lo menos de mí no sospecha James Bond, Jason Bourne, Jack Bauer o cualquier otro espía cuyas iniciales sean J.B. cuac! (Fabio te afané el chiste).

sábado, 14 de julio de 2007

Pregunta 1

Imaginate que sos un científico, y empezás a trabajar para el gobierno o el ejército, pero no te dicen en qué área específica.
Luego te llevan a algún lugar alejado, a una base subterránea. Todo en máximo secreto... finalmente te muestran "el objeto": una nave extraterrestre. Tu país (no sé de donde serás querido lector) hace años que tiene esa nave fosilizada y la investiga en secreto.
Lo primero que atinás a decir es "Pero... esto no puede permanecer en secreto. Hay que publicarlo, es el descubrimiento más importante de la humanidad" y un político o militar te responde "No podemos revelarlo al público, la reacción sería catastrófica. Este conocimiento es muy peligroso, de saberse las religiones caerían, los gobiernos perderían todo su poder, etc."
Yo me pregunto ¿Qué es la humanidad? ¿Somos las religiones organizadas? ¿Somos las banderas nacionales o partidarias? ¿Qué carajo importa si no estamos hechos a imagen y semejanza de un Dios, o si no existe Dios? ¿Qué importa que siga teniendo sentido una frontera o no, al saber que la humanidad es una sola y parte de otras civilizaciones? ¿No valdría la pena el posible caos, por el hecho de saber que no estamos solos en el Universo? ¿No valdría la pena cambiar el estado de las cosas, al saber algo nuevo que cambiaría todo? ¿Y acaso lo que se pierde no es una mierda de todos modos?

martes, 3 de julio de 2007

la vulgaridad de nuestra era

En una de las obras de Philip K. Dick, Valis, el personaje principal (que es él mismo en múltiples personalidades) tiene un delirio muy convincente de que el tiempo se detuvo durante la época del Imperio Romano (año 70 D.C.), para reanudar tras una de sus alucinaciones en 1974. El tiempo entremedio lo llama tiempo espúreo en el que en realidad no había pasado nada y la humanidad estuvo encerrada en la Negra Prisión de Acero.
Por supuesto que cuando Dick tuvo esa visión estaba totalmente drogado. Sin embargo no la considero errada, como mucho inexacta. En este mismo momento, en este mismo lugar, estamos viviendo una situación de tiempo espúreo y espacio virtual. La realidad no existe, no por un planteo boludo existencialista, sino por razones algo más complejas.
La palabra utopía en griego significa "no hay tal lugar" y este lugar es una utopía, este tiempo es una ucronía. En general el término utopía lo usamos para lugares bellos, por lo que el término distopía quizás sea más acertado. Yo creo que esta realidad, este universo es una fantasía enferma de alguna mente enloquecida por un síndrome de histeria colectiva; o en su defecto uno de los universos transversales de Donnie Darko, un error del espacio-tiempo que perdió sincronía para volverse la aberración autómata en la que desgastamos nuestras "vidas".
Esto no es sólo la base argumental de algo que voy a escribir, es lo que realmente creo.
Creo que en este tiempo vivimos atrapados en la Negra Prisión de Acero, yo llamaría a esta situación ridícula Era Vulgaris (aún cuando eso es equivalente del Anno Dominis), igual que el nuevo disco de Queens of the Stone Age.
Soy conciente de que existen otros universos mejores, y aunque ahora está de moda llamarlos metaversos yo les digo paraversos, en su conjunto incluyendo esta basura de nivel inferior conforman un espectro más amplio y valedero.
Esto que digo, que parece algún tipo de delirio de un hombre que está muy aburrido, es en realidad lo que me viene a la mente mientras sueño y no sólo a mi... es decir probablemente podamos encontrar una explicación menos metafísica y mas neuroquímica para los paisajes oníricos o las alucinaciones que les producen las drogas a los artistas.
Todos vimos en videoclips y demás experimentos estéticos (por no mencionar nuestros queridos libros y películas de C.F.) la posibilidad de mundos diferentes; OK es solo una posibilidad pero si no existiera siquiera como posibilidad porqué habríamos de concebirla. Eso no la hace real, de serlo entonces Dios y otros conceptos lo serían.
Pero si leíste todo esto entero algún grado de convencimiento deberías tener. Ahora, podés tomarlo o dejarlo y seguir encerrado en un subespacio mental de este estrecho pseudo-verso.

domingo, 17 de junio de 2007

Héroes y su Destino

No es sobre la serie Héroes, aunque ellos también caen en la bolsa. Es muy común ver en libros y películas (y finalmente todo libro se convierte en película) ver héroes cuyo destino está predestinado por una profecía. Ejemplos:
  • Neo
  • Anakin Skywalker
  • Paul Atreides
  • Lyra Belacqua
Y a veces hay otros como Frodo Bolsón que simplemente les toca... lo interesante es que, como dicen en las propagandas de remedios en USA, "los resultados pueden variar" cosa que se nota mucho en el caso de Anakin, quien estaba predestinado a acabar con los Sith... y ya todos sabemos cómo terminó la historia.
Vemos que en la psicología de los personajes hay un peso, la "carga del destino" y en algunos casos esto es demasiado para el personaje. Muchos rechazan su destino...
A algunos les gustaría estar predestinados para cambiar el mundo, otros odiarían tener que hacer eso y no poder tener el control de su propia vida o elegir cómo continuar, teniendo una vida simple como la de cualquier otro.

martes, 15 de mayo de 2007

online de vuelta

El sitio (no este blog) estuvo caído varios días, ya está online de vuelta. Anda también el mail de esa página.
Para todos los que escriban, hay un sitio medianamente interesante donde pueden subir sus obras o cualquier otro tipo de documento.
El sitio es scribd. Pueden ver mi perfil acá. Subí dos cuentos. Acepta casi todo tipo de formato (PDF, Microsoft Office, OpenOffice, texto plano, RTF, Microsoft Reader y Postscript) los muestra embebidos en las páginas, permite embeberlos en otras páginas mediante un código (al estilo YouTube), desde el sitio los pueden bajar convertido a otros formatos, y tiene una función de lectura de texto, por ahora con lingüística en inglés solamente (por lo que un texto escrito en castellano se escucha horrible).

domingo, 8 de abril de 2007

Primera entrada

Ya son varios los blogs sobre los cuales uno crea una primera entrada. Iniciar un nuevo blog en 2007 no tiene mucho sentido en apariencia, pero bueno. Este blog renace de las cenizas de un blog viejo en inglés iniciado hace dos años y destruido hoy. Ese era un blog siniestro y ya no tiene sentido continuarlo porque yo no estoy muerto en vida. Al menos ya no.
Me llamo Sergio Weizenegger. Mi hobby es escribir ciencia ficción. Tengo un sitio dedicado a ello donde pueden encontrar lo que llevo escrito en PDF desde hace un año, aproximadamente. El sitio es
http://www.sergioweizenegger.com.ar/
Además, me encanta la informática. Desde tiempos inmemoriales (cuatro años) tengo un sitio de computación, con un blog en Wordpress. El hosting literario no me da PHP como para montar un blog de esos, por eso creo éste acá.
En este momento estoy con una sequía de ideas muy importante. En realidad las ideas las tengo, pero no sé cómo plasmarlas en el procesador de texto. Por eso creo éste blog, para documentar el proceso creativo y para que ustedes, mis lectores, colaboren con sus ideas o críticas; ya que las obras son Creative Commons, si van a pasar a manos de la comunidad, que la comunidad misma decida.
No creo que quede mucho más por decir, estén atentos al RSS.