sábado, 21 de marzo de 2009

El astronauta


El astronauta es un explorador de mundos.
Para el astronauta lo más importante es su traje. El traje lo protege del exterior.
Como lleva la materia de su propia tierra en su cuerpo, sin el traje la perdería. Perdería su escencia e identidad. Entonces, él se aísla con el traje para poder vivir. Pero ése aislamiento es también una condena, porque el astronauta no puede sentir lo que lo rodea, está desconectado de lo que explora.
A través del filtro de su visor, las imágenes pierden dimensión e intensidad, todo se ve como una foto vieja.
Como en el espacio no hay sonidos, el casco no transmite vibraciones del exterior, las capas aislantes de la temperatura, presión y radiación no dejan pasar ningún sonido; nadie creyó que eso era un problema. Entonces cuando el astronauta está en una atmósfera, sigue sordo. Sólo escucha las señales de radio de su propia nave, y no al ambiente.
En el traje sólo puede olerse a sí mismo; una mezcla nauseabunda de transpiración, orina y algo de materia fecal. No hay gusto; y los guantes alteran totalmente el tacto.
Está totalmente separado de la realidad. En su traje, el astronauta no puede explorar mundos. Sólo puede explorar su propia vida, y su mente.